Era apeadero propio, para la descarga de las botellas vacías y la carga de las llenas.
Aquí se realizaban las labores de mezcla y carga.
La zona de obtención del agua se conoce como La Mina.
Se consideraba el corazón del complejo por su tamaño y valor arquitectónico.
Fue almacén para guardar los bocoyes de agua que se expedían a la planta embotelladora de Madrid antes de convertirse en nave embotelladora.
Se usaba para poner en funcionamiento las instalaciones de elevación de agua, iluminación, caldeo y demás necesidades de la industria.