D. Manuel Sanz Bombín (1841-1918)

"El Agua mineral de Carabaña, introducida ha poco tiempo en

la terapéutica, tiene conquistado en la misma un puesto incontrovertiblemente brillante. Lo suave de su acción purgante, al par que la seguridad del efecto, la facilidad de su administración, y lo escaso de las contraindicaciones, la constituyen en precioso agente, tanto para conseguir indicaciones causales, como secundarias. Producen evacuaciones numerosas, abundantes y sin molestia alguna, empleadas en dosis purgantes, regularidad en las mismas, sin trastornos gástricos e intestinales, si su uso es en dosis pequeñas, confirmadas por numerosos días, tolerancia que no se alcanza con otras de parecida composición. Contrayéndome al círculo de mis aficiones clínicas, he obtenido admirables efectos resolutivos en afecciones prosláticas y vesicales, de carácter inflamatorio crónico y en las blenopatías más importantes. En los infartos del cuello uterino y leucorreai, tan frecuentes en esta población, el uso diario en cortas dosis en ayunas, combinado con inyecciones y baño local a la vajina y cuello uterino, constituye un poderoso ayudante para dominar

estas afecciones. En las manifestaciones escrofulosas, glandulares y cutáneas, sobre todo, en las escrofúides de la cara y cuello cabelludo, he visto resultados inesperados, con el uso tópico de estas aguas a pequeñas dosis al día al interior.

De desear es que se extienda el conocimiento de estas aguas,

pues sus aplicaciones clínicas, derivadas del estudio de su mineralización, han de ser cada día mayores y siempre perfectamente justificables."

M. SANZ BOMBÍN.