
El manantial del Agua de CarabaƱa se halla en el Cerro de Cabeza Gorda, a 2,5 km de CarabaƱa.
El manantial "La Salina" ya se explotaba desde la Ć©poca romana.
Es sabido que desde tiempo inmemorial acudĆan allĆ los vecinos de CarabaƱa y de los alrededores para el lavado de heridas y Ćŗlceras, entre otras afecciones.
La primera referencia escrita al mismo aparece no obstante en "Las Relaciones", conjunto de descripciones geogrĆ”ficas de los pueblos del Arzobispado de Toledo, encargadas en la dĆ©cada de 1780 por Francisco Antonio de Lorenzana, que era entonces el arzobispo, En ellas, se menciona la existencia en CarabaƱa de un manantial de agua con efecto purgante, que ocasionalmente dejaba costras de sal de color blanco sobre el terreno. āTambiĆ©n hay tierra salitrosa, Ćŗtil para fĆ”bricas de este gĆ©nero y un mineral de agua salina sulfĆŗrea purgante, con que acostumbran los naturales y circunvecinos medicinarse en sus dolencias, experimentando considerable alivio, y en algunas ocasiones se cuaja, quedando el agua reducida a sal de extraordinaria blancura. Su uso es mĆ”s acomodado para temperamentos flemosos, en los que obra con suavidad, que para los de naturaleza Ć”rida, pues a Ć©stos les suele irritar algĆŗn tanto. De esta especĆfica cualidad puede dar razĆ³n don Francisco HervĆ”s, boticario en Madrid, por haber llevado para la corte gran porciĆ³n de estas aguas para curar tercianas y otras dolencias.ā
En aquel entonces se trataba de un socavĆ³n de unos cuantos metros de profundidad, de cuyas paredes rezumaba agua con gran concentraciĆ³n de sulfato de sodio y sulfato de magnesio, aunque en proporciĆ³n mucho menor.